
Hace algunos meses atrás, los chilenos nos vimos frente a la necesidad de encerrarnos en nuestro interior para, en un íntimo acto de constricción y reflexión, empatizar nuevamente con las personas y nuestro entorno. Vivimos la inminente necesidad de volver a re conectarnos con nuestros afectos esenciales, conectarnos otra vez con palabras como dignidad, sentido social, respeto, igualdad y empatía.